#WriTober reto día 3 #WriToberMirada

 Aquí el microrrelato del día de hoy.


Sus ojos me transmitían tanto terror... Intenté por algunos instantes abstraerme de allí, y no mirarla, sus pupilas estaban dilatadas y su risa nerviosa resonaba dentro de aquella habitación. Hubo un instante en el que desee que al fin todo terminara, estaba agotada de sentir tanto miedo.

—Maldita bruja, ¡si me vas a matar hazlo de una vez! —Le grite desde el rincón en el cual permanecía encadenada. Ella tomó uno de los cuchillos que se encontraban sobre la mesa, sonrió mientras admiraba la hoja y volteó a mirarme.

Se acercó hasta mí, y sin quitar su mirada de mis ojos, deslizó el filo por mi mejilla mientras me decía:

—Tranquila, princesita, aún no ha llegado tu momento, ¿Acaso quieres privarme de la diversión que me traerá tu lento sufrimiento? Tus amiguitos no ofrecieron tanta satisfacción, espero que tú lo compenses. —La escuchaba reír mientras desgarraba mi mejilla con el cuchillo, comencé a sentir el calor de la sangre que corría por mi rostro.

—Dime una cosa, ¿de casualidad sabes cuánto tarda una persona promedio en morir desangrada?

Sin dejarme reaccionar continúo—. Bueno, si seccionáramos la vena aorta sería solo cuestión de segundos para que dejes este asqueroso mundo, pero... Eso nos impediría disfrutar a pleno de nuestra mutua compañía. Por otro lado, si realizáramos un corte pequeño y profundo, la muerte tardaría más en llegar, y tú serías consciente de todas las fases del shock hemorrágico. ¿No te parece divertido? —Y volvió a reír...


***

No sé cuánto tiempo hace que estoy aquí, por momentos la habitación se mueve como si me encontrara a bordo de un barco, estoy mareada, tengo mucha sed. Todo va alejándose, siento que moriré pronto.

¿Cómo fue que terminamos así en manos de una psicópata que decía ser nuestra amiga? Jazmín y Pablo yacen justo frente a mí, al otro lado de la habitación Ahí, esta parada frente a ellos los mira y canta.

***

 

El frío comenzó apoderarse de mí, y cuando la oscuridad estuvo a punto cubrir mis ojos, aquella mujer sujetando mi barbilla me obligó contemplar por última vez su sádica mirada.

 


Comentarios